Lo que no dejaron las palabraS

Los Medios de Comunicación en Lambayeque

No es simple coincidencia que el término Comunicación tenga como otro significado, a parte del acto de comunicar o comunicarse entre dos o varias personas, la de unión entre ciertas cosas.
El mismo término nos puede sugerir “común acción” o “comunidad en acción”. En ambos casos la expresión nos señala unidad, relación comunión, etc, la cual podemos concretar definiendo que Comunicación es el hecho o efecto de comunicar una acción en común.

Obviamente, que es lo que vamos a comunicar, siempre ha sido un elemento crítico si hablamos ya de medios de comunicación. Esta demás resaltar la calidad de comunicados que recibimos habitualmente en los diarios, revistas, radio, televisión, etcétera. La importancia del “impacto” tiene una mayor valoración al momento de generar el titular, la carátula o la imagen, la sensibilidad de la comunidad queda de lado.

Lambayeque, como otras ciudades del Perú, no ha podido escapar de los embates de la orientación que la capital ha dejado traducido en tiraje- venta, igual escándalo-victoria. En lo que va del tiempo de “evolucionado” el periodismo, este no se ha podido sacudir de lo impactante, como única característica para poder lograr una preferencia entre el público lector o visor. Lo que es peor, la comunidad, el público, se ha acostumbrado a espectar toda suerte de noticias o imágenes sorprendentes como impulsión dramática de la misma existencia, casi siempre escasa de la vitalidad o aceleración que les pueda proveer una esperanza en la vida. En más de los casos el “impacto” es tal que muchas veces no se cree, que lo que se ve o se lee, pueda estar pasando a una cuadra de su casa, y es que la idea esta tan dramáticamente diseñada, que ésta, que intenta golpearnos con la realidad de la existencia, termina más bien por obcecarnos, acostumbrarnos y volvernos indiferentes ante el caos que nos rodea.

No obstante, Lambayeque a pesar de tener en un 70% una semejanza en sus formas de trasmitir la noticia en la región con las de los medios capitalinos, existen medios respetables y en creciente, que intentan darle un nuevo giro a la noticia o a la idea de medio comunicación, aunque aún el vaho de la imitación se deje sentir incluso en ellos.

Es rescatable el formato de algunos programas de televisión regional que sobre todo tienen el marco de la miscelánea, pero que apuntan a proyectar la imagen del ciudadano lambayecano y su entorno. Es así, que se puede ver en su argumento, una invitación e interesante persuasión de conocer nuestros sitios arqueológicos, las zonas marítimas, las zonas turísticas y de recreación, los personajes peculiares o sobresalientes y las actividades culturales que cada día son de mayor calidad y nivel en nuestra región. Existen otras televisoras de la región en la que su programación tiene un formato casi igual al de la capital y no se deja sentir la creatividad lambayecana. Por otro lado hay una insistente actividad del sector escrito en la publicación de revistas culturales, que si bien es cierto no tienen el impacto que se quisieran para la continuidad de la misma, ya tienen una importancia relativa dentro de la información con calidad en nuestra ciudad.

De los diarios, semanarios, quincenarios, etcétera, aún en nuestra región prevalece la noticia de interés político, podemos leer titulares desde los más fríos y febriles, hasta los más fraternales y serviles. En la radio, no es difícil advertir que en su mayoría cuentan con espacios que están llenos de actividad musical y en los pocos que brindan información, existe la política de la “vendetta”. Una directa relación entre la noticia, el interés político, el económico y la venganza se deja notar, eso es sencillo percibir cuando se puede oír, sobre todo noticias de corrupción de autoridades que están cargadas de ira, apasionamiento y en más de las veces ensañamiento, y esta puede cambiar si a cambio existe una compensación.

Los medios de comunicación han cedido o estan cediendo cada día más al facilismo de la publicación escandalosa y descarnada, no hay una objetividad en la información que se brinda diariamente a la comunidad. Los medios de comunicación no están al servicio de unir en una sola acción a la comunidad y que esta la lleve a un progreso sobre todo moral. La denuncia en un medio de comunicación, muchas veces es un acto de venganza y no pues que el sencillo interés de demostrar un error o aleccionar, por eso estas van cargadas de todas las pasiones encontradas del comunicador.

Es cierto que los medios de comunicación en Lambayeque no han creado el formato que se tiene ahora y que en todo el Perú se da, pero, si es su responsabilidad, que pudiendo, no se puede generar otra clase de periodismo más valorativo y ético.

Aún no hay una independencia concreta y real de los espacios comunicativos. Cuando estos entiendan que su misión debe ser la de informar, es decir la de dar forma a algo y ese algo no es más que la esencia de los individuos generando de ese modo una conciencia de la unión en la comunidad, estaremos hablando de un periodismo que cada día involuciona, muy a pesar del avance de la tecnología que la hace parecer deslumbrante, moderna y civilizada.